Llegaste a mi fugas y sin permiso, te Instalaste en mi frente, reíste y fue tuya mi alegría, de nadie Mi tristeza; que perdió su rumbo.
Tu voz se deslizó frágil Entre mis gustos, tu risa Capturó mi corazón Haciéndolo reo De la esperanza, tus ojos Que miran desde abajo, penetra Sin piedad las noches de mis sueños Y son mías tus pupilas soñadoras, con Ellas imagino cómo se ve El mundo a tu lado.
Metida bajo mí brazo Te veo pequeña y en mi mente Te veo gigante,
Tú, mi amor, mujer que te deslizas por mis suavidades, que das luz a mis días, que enciendes las ascuas de mi anodina interioridad; voluptuosa en el lecho, y moviéndote con un ritmo de pujanza sideral, has llenado de equilibrio, de templado estar en el mundo, mi desajustada realidad. Nadie es cautivo del Amor; se ama o se está en desamor. El amor es profunda libertad, un incontenible manantial deseoso de saciar la sed de la persona amada. Gracias a que no es misterio, sino motor de nuestro mundo, es la amorosa presencia, esa visión y sensibilidad que se aparta de la brutalidad, lo que nos convierte en humanos, en seres dignos y hermanados. Cuando adviene el desafecto, es mejor retirarse, abandonar, darle a la vida otro rumbo, y concederle al que fue, tanto tiemp
Llegaste a mi fugas y sin permiso, te
ResponderEliminarInstalaste en mi frente, reíste y
fue tuya mi alegría, de nadie
Mi tristeza; que perdió su rumbo.
Tu voz se deslizó frágil
Entre mis gustos, tu risa
Capturó mi corazón Haciéndolo reo
De la esperanza, tus ojos
Que miran desde abajo, penetra
Sin piedad las noches de mis sueños
Y son mías tus pupilas soñadoras, con
Ellas imagino cómo se ve
El mundo a tu lado.
Metida bajo mí brazo
Te veo pequeña y en mi mente
Te veo gigante,
Tú, mi amor,
ResponderEliminarmujer que te deslizas
por mis suavidades,
que das luz a mis días,
que enciendes las ascuas
de mi anodina interioridad;
voluptuosa en el lecho,
y moviéndote con un ritmo
de pujanza sideral,
has llenado de equilibrio,
de templado estar en el mundo,
mi desajustada realidad.
Nadie es cautivo del Amor;
se ama o se está en desamor.
El amor es profunda libertad,
un incontenible manantial
deseoso de saciar la sed
de la persona amada.
Gracias a que no es misterio,
sino motor de nuestro mundo,
es la amorosa presencia,
esa visión y sensibilidad
que se aparta de la brutalidad,
lo que nos convierte en humanos,
en seres dignos y hermanados.
Cuando adviene el desafecto,
es mejor retirarse, abandonar,
darle a la vida otro rumbo,
y concederle al que fue, tanto tiemp